Savarin de Kiwi y Physalis {Círculo Whole Kitchen}

  Whole kitchen en su Propuesta Dulce para el mes de Junio nos invita a preparar un clásico de la gastronomía francesa, Savarin.

  Que alegría me llevé hace unas semanas cuando me enteré de que el Círculo Whole Kitchen volvía otra vez a la carga. Si es que me quedé un poco sorprendida de su ausencia tanto en el blog como en el foro desde enero. Pero renovados con las pilas cargadas me tendrán entretenida por un tiempo.

  El savarin es un pastel con forma de corona de origen francés del siglo XVII. Consta de un bizcocho hueco relleno de una crema y decorado con frutas. Es muy apreciado en toda Francia y su nombre se debe al célebre gastrónomo Jean-Anthelme Brilat-Savarin. 

  Cuentan que Estanislao I rey de Polonia era un gran amante de los dulces, pero su mala dentadura le llevaba a sufrir grandes dolores cuando comía platos con azúcar. Su pastelero Nicolas Stohrer creó para él un nuevo pastel basado en el Kugelhopf originario al que añadió frutas, azafrán, vino y crema chantilly.  A este pastel se le llamó originariamente Ali Babá, ya que el rey era amante de los cuentos. Cuando dicho pastelero llegó a París se fue modificando los ingredientes hasta llegar al actual Savarin siendo también rebautizado.

  Para esta propuesta me decidí por un savarin de frutas algo exóticas, kiwi y physalis, que le dan un toque amargo a la dulce nata.

  Ingredientes para el savarin:
  - 300 gr. de harina
  - 20 gr. de levadura fresca
  - 3 huevos
  - 80 ml. de leche
  - 50 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
  - 1 cucharadita de azúcar
  - 1 cucharadita de sal

  Ingredientes para el almíbar:
  - 250 gr. de agua
  - 200 gr. de azúcar
  - 1 chorro de brandy
  - Corteza de limón

  Ingredientes para el relleno y decoración:
  - 500 gr. de nata líquida
  - 2 sobres de estabilizante
  - 2 kiwis
  - 1 puñado de physalis
  - Azúcar al gusto

  Elaboración:

  1º Engrasar con mantequilla el molde elegido para el savarin. Yo he utilizado uno con forma de corona y relieve.

  2º Calentar la leche y mezclar con la levadura hasta que esté totalmente diluida. También batir los huevos.

  3º Mezclar la harina con la sal y el azúcar en un bol y formar un montículo. Añadir los huevos y la leche removiendo ligeramente con una espátula hasta que la harina haya absorbido los líquidos.

  4º Tapar el bol y dejar que repose en un lugar cálido y sin corrientes de aire hasta que haya doblado su tamaño inicial.

  5º Una vez que haya alcanzado el volumen óptimo, hay que añadir la mantequilla poco a poco, amasando para que se integre y ésta quede elástica.

  6º Distribuir la masa sobre el molde, volver a tapar y dejar en un lugar cálido hasta que de nuevo duplique su tamaño.

  7º Con el horno precalentado a 190ºC, cocer entre 35-40 minutos o hasta que esté dorado.

  8º Este es un buen momento para hacer el almíbar. Para ello hay que cocer en un cazo a fuego medio en el agua, el azúcar, la corteza de limón y un chorro de brandy.

  9º Con el savarín ya listo, desmoldar en caliente y hacer unos pequeños agujeros en la superficie con un pincho. Colocarlo en una rejilla con un plato por debajo y bañar en el almíbar.

  10º Cuando esté totalmente frío será el momento de lavar y trocear la fruta y de montar la nata con la cantidad de azúcar deseada. Yo no le eché demasiado azúcar porque el bizcocho ya de por sí con el almíbar es bastante dulce.

  11º Con una manga pastelera rellenar el hueco de la corona y distribuir la fruta por toda la superficie.

  Se puede tomar ya así pero yo lo dejé un par de horas en la nevera para que estuviese bien fresco.

  Espero que hayáis disfrutado de mi versión de la propuesta para este mes ¡¡Ya tengo intriga por saber qué es lo que nos toca para el próximo mes!!

¡¡Buen Provecho, Bon Appétit, Mahl Zeit, Buon Appetito, Bo Proveito, Bom Apetite!!

Besitos -Sandra von Cake-